Crecimiento vegetativo
Posterior a la emergencia, ocurre una fase de rápido crecimiento vegetativo, mismo que continúa prácticamente hasta antes de la floración, luego de lo cual disminuye considerablemente aunque no se detiene por completo. El objetivo de la planta es tener un robusto follaje y buena formación de raíz al momento de comenzar el crecimiento del tubérculo. Según Harris (1992), existe una relación directa entre la magnitud del crecimiento aéreo y radicular, es decir, variedades que presentan gran crecimiento aéreo también muestran un importante crecimiento radicular y viceversa.
Para lograr altos rendimientos, resulta fundamental la producción de materia seca, y para esto debemos alcanzar un IAF (Índice de área foliar) de 3 m2 de área foliar/m2 de superficie del cultivo tan temprano como sea posible, y posteriormente mantener esta área vegetativa activa, tanto como sea posible. Una cobertura foliar temprana es más beneficiosa que una senescencia tardía bajo condiciones de poca luz. En condiciones libres de stress hídrico, la intercepción de luz puede representar el 92% de las variaciones de rendimiento.
Se debe alcanzar antes de la tuberización y en el menor tiempo posible el máximo desarrollo radicular y vegetativo
Las citoquininas estimulan el crecimiento de yemas axilares y brotes laterales (ruptura de la dominancia apical) y atrasan la senescencia foliar. Multiples investigadores han demostrado la influencia de los nitratos en la síntesis y acumulación de citoquininas, no ocurriendo esto con fuentes amoniacales (Hirose et al., 2008; Argueso et al., 2009; Peng et al., 2008). El nitrógeno nítrico genera un crecimiento vegetativo lateral acelerado ya que promueve la síntesis de citoquininas, lo que permite un rápido cierre del cultivo (Römheld et al, 2005).
Nitrógeno nítrico permite un mayor desarrollo de planta
Respuesta relativa del crecimiento de la planta de papa a las concentraciones de nitrato y amonio en solución (Cao y Tibbitts, 1998).